martes, 27 de agosto de 2013

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas, un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino del cuarto; cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelven complejos, igual que nosotros y de repente la muñeca de trapo se convierte en un vestido nuevo con el que cruzar un océano a 10.000 metros de altura para deslumbrar a tu marido con un viaje sorpresa; pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicalmente distinta a lo que uno cree que es, las personas no siempre son lo que aparentan ser ni las relaciones y mucho menos los amigos y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio, porque uno cree que es negro, pero puede ser blanco o uno cree que es blanco pero probablemente sea de todos los colores del arcoiris, uno sabe como empiezan las cosas pero nunca sabe como van a terminar...

lunes, 26 de agosto de 2013

¿Sabes? Yo también se por qué te quiero. Porque haces las cosas fáciles. Y que si tuviera que elegir un sitio para vivir, sería tu cuarto. Porque debajo de tu cama, el mundo es tan pequeño que parece que no puede pasar nada más, y a mí no me hace falta que pase nada más si estoy contigo. Te quiero.
No me hables de como mira, porque cada vez que miraba sus ojos encontraba colores nuevos.
Ni como ríe, porque he estado presente en muchas de sus carcajadas. Tampoco de como bebe, porque más de una vez yo le he dado la cerveza.
No me hables de  sus pantalones, que yo ya he elegido varios y me sé sus colores. Y tampoco de sus camisas, esas que me encanta pero a la vez odio.
No me nombres de las marcas de su piel, que me las he aprendido de memoria. No intentes decirme cuántas costillas tiene, que he tocado el arpa en ellas en más de una ocasión.
No me hables del ritmo de sus latidos, que han sido mi banda sonora, ni de lo dulce de sus voz cuando canta porque yo la he oído en todas sus versiones.
No menciones de su pelo, ya se que es demasiado suave y en cuanto a cómo se lo peina, tranquila, que le he acariciado mil veces hasta quedarse dormido.
No me hables de como abraza, que sus brazos han sido mi abrigo en invierno, ni de su sonrisa de tonto, que yo he sido la causante varias veces.
Ni
de cómo te angustias cuando se va de viaje, que hablar con él mientras estaba en ese autobús se convirtió en una de mis necesidades.
No me hables de cómo hace deporte, que en alguna ocasión he sido su motivo para mirar a la grada. No me hables de cómo se sorprende, que más de una vez lo he sorprendido.
No vayas a mencionar como duerme, que siempre me ha encantado mirarle y no te atrevas a hablarme de sus sueños, que he sido protagonista y más de una vez los dos hemos soñado despiertos.
No me digas nada de su vida, que ése es mi cuento. No me hables de su música, porque no paro de escucharla, tampoco de sus gustos, que los tengo bien guardados.
No me hables de él, que sabes que te gano.

miércoles, 7 de agosto de 2013

5442 días desde que la conozco. Y de todos esos días he pasado miles de horas a su lado. Porque ella es de esas que ha podido ver mis tirabuzones en el pelo aunque no se acuerde,es la única que tiene un dibujo mio guardado desde hace más de quince años ybuna de las pocas personas con las que puedo compartir  recuerdos de un lugar en concreto de  hace ya más de dos lustros.
He perdido la cuenta de los secretos que hemos compartido. Recuerdo perfectamente cómo bailaba vestida de extremeña y la de vueltas y vueltas que daba con la falda puesta. Nunca olvidaré el día que me recorrí medio Badajoz buscando su casa y hablando de recorrer espacios, nosotraa somos de las que nos pateamos una cuidad entera con tal de hacerle un favor a la otra.
Si hablamos de carcajadas nos hemos provocados incontables. Ella es esa persona que me alimenta con chuches porque sabe que las amo.
Destaquemos también que aunque la mayoría de las veces se ríe conmigo, alguna que otra vez se ha reido de mí, sobre todo este último año, ¿eh?
Sabemos que podemos contar la una con la otra para cualquier cosa, porque podemos liar la de dios, pero al final lo conseguimos.

También podemos tener fe absoluta de que aunque quieran, después de estos quince añosno van a separarnos, porque estos quince son solo una pequeñísima parte de los que nos quedan.



lunes, 5 de agosto de 2013

Mirar las olas y escuchar a las estrellas.

Un par de copas y alguna que otra carcajada. Recuerdo cuando me dijiste que mis ojos eran lo más bonito que habías visto. Y que mentira más grande era y lo mucho que a pesar de todo me hacía sonreír cuando lo escuchaba de tu boca. Pensé en la de veces que te  había dicho que eras perfecto aunque no crea que las personas perfectas existan. Pero si lo eras para mí. Ya sabes, tus defectos complementaban a los míos, que no son pocos la verdad, y diciéndote eso me podía pasar las horas.
Aquí estamos otra vez, en el mismo sitio que hace un año,  escuchando las olas y mirando las estrellas, o como tú decías, mirando las olas y escuchando las estrellas, porque siempre dijiste que nosotros íbamos al contrario. Y lo que adoraba que lo fuésemos.

- ¿te acuerdas hace un año en este sitio?


Y cómo no iba a acordarme, si tus labios eran los más bonito que me había tocado. No te respondí, pero supiste entender mi silencio.


-¿vas a volver a tropezar con la misma piedra?


- yo no lo llamaría tropezar, lo llamaría lanzarme de cabeza a abrazarla


- no tiene sentido abrazar algo que no tiene brazos para abrazarte a ti- sonreíste más para ti mismo que para el resto del mundo- a no ser que esa piedra sea yo, y no es por molestar pero que piedra más sexy


Y otra carcajada. Admitamos que soy un poco masoquista, pero ese era uno de los defectos que tu complementabas.


- echaba de menos escuchar las estrellas contigo, hacerlo sola no es lo mismo



- brindemos- me sonreíste de lado, porque sabes que me desarmas de ese modo- por lo primero que se te pase por la cabeza.

Y se me pasó un "el verano pasado", y sonreíste. Habías vuelto a ganarme.

viernes, 2 de agosto de 2013

Si nos ponemos a hablar de ella, hay que admitir que esta niña es especial. Ese pelo negro y largo que le cae por toda la espalda soy capaz de distinguirlo en cualquier parte del mundo, y no solo por la de veces que he jugado con él entre mis dedos ni por la cantidad de trencitas que le he hecho. Y esos ojos color miel y al sol verdosos, de ese tipo de verde que recuerdan a un lindo gatito, y ella sabe mejor que nadie el por qué. Es imposible decirle que no cuando te mira y te maulla, o cuando te hace pucheritos  con tal de conseguir lo que quiere, y no hace falta aclarar si lo consigue o no. Y sus pequitas, sus pequitas son adorables, pero no he conocido a persona que le queden mejor que a ella. Podemos hablar también de su pinta labios rojo, que combina a la perfección con ella, con todo su conjunto, y sobre todo, con el color negro azabache de su pelo y lo blanquito de su piel. Por eso es mi Blancanieves.

Hay que mencionar su forma de ser, esa que consigue tranquilizarte al instante porque emana paz por los poros de su piel. Y pasar un solo momento con ella se traduce en que te entren ataques de risa floja y digamos que la seriedad se escapa y no hay forma posible de encontrarla.
Supongo y me atrevería a afirmar que de estos seis años juntas no puedo ponerlo todo aquí, no sabría que palabras usar para describirlo. Solo puedo decir que nos quedan muchos años y que tenemos que acabar grabando un vídeo que ella sabe cual es, esa es nuestra promesa.
Los dieciocho solo son el principio de todos los demás. Felices dieciocho pequeño gatito.