sábado, 2 de marzo de 2013

-Demuéstrame que me quieres

- te quiero, ¿no te basta con que te lo diga? el trato era que te quedabas si yo te quería, y eso hago

- los te quiero no se demuestran con palabras, sino con hechos

-¿y qué es lo que quieres? ¿que aparezca cada día en tu casa con un ramo de rosas y una caja de bombones? ¿que te lleve todos los días a ver las estrellas? ¿que te compre todos y cada uno de tus caprichos sin sentido? ¿que te de un paseo en un descapotable? ¿que te llame a todas horas y te mandes mensajes empalagosos? ¿eso es lo que quieres?

-no, por supuesto que no, no lo soportaría

-¿entonces? ¿qué es lo que quieres entonces?

- todo es mucho más sencillo.- ella lo miró a los ojos por unos instantes- yo no quiero un chico que esté siempre encima de mí, diciéndome todas las tonterías que aparecen en los libros de adolescentes o en esas películas tan empalagosas que no soportarías ver dos veces seguidas. Sólo quiero un chico normal, de los de ahora, de lo que prácticamente no maduran hasta que han cumplido los treinta. Y lo que quiero no tiene nada que ver con venir a verme todos los días con peluches y flores, solo necesito que me llame cuando le apetezca oir mi voz, que me mandes un mensaje de buenas noches sólo si realmente le apetece, que si quiere que me quede, pero que me quede de verdad, que me lo pida, porque lo haré en ese mismo instante. No quiero un paseo en descapotable, prefiero que me lleve a hacer cosas que a él le gustan, aunque sea con sus amigos. Quiero que sea tal y como es, pero que demuestre que le importo. No se trata de estar conmigo todos los días, ni todas las noches. Nunca le prohibiré estar con sus amigos, aunque me encantaría que mientras que esté con ellos se acuerde de mí. Nunca le pediría que me cambiase por todos los que le importan, jamás, tan sólo espero que me nombre cuando le pregunten por la gente que le preocupa. ¿y sabes que quiero? que en vez de llevarme a ver las estrellas me lleve a tomar cervezas con sus amigos, porque sé que él valora más eso que mirar al cielo en silencio. Quiero que me gaste las mismas bromas que a los demás, pero siempre con cariño. Quiero ser esa que está en su cabeza cuando le digan, piensa en una chica. Quizás quiero muchas cosas, pero yo lo veo simple, todo se resume en uno. Simplemente quiero que me digas las cosas cuando las sientas de verdad, o que no me las digas, sólo que hagas las cosas cuando te apetezca. Porque prefiero estar una semana sin verte y que cuando nos veamos tú estés deseando hacerlo, a que nos veamos todos los días y yo no vea ese brillo de felicidad en tus ojos. 

-¿y qué ocurrirá si me paso tres días sin darte las buenas noches, o sin llamarte por la mañana para darte los buenos días?

-nada, no ocurrirá nada

-¿nada?

-no, porque cuando lo hagas, sabré que lo sientes de verdad

-te quiero-ella volvió a mirarle, quizás algo aturdida

-¿qué?

- me has pedido que te diga las cosas cuando las sienta de verdad-ella asintió, con el ceño ligeramente fruncido- pues te quiero.

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