lunes, 28 de mayo de 2012

Dicen que una de las cosas más bonitas de la vida es dormir, porque cuando duermes, tu cerebro recrea cada una de las cosas que has hecho en el día, desde que abriste los ojos por la mañana hasta que los has vuelto a cerrar. Y también dicen que cuando cierras los ojos y vas a dormir, tu cerebro busca en tu día y coge la escena más bonita, la que te ha hecho más feliz, justo ese momento, o esa conversación, o incluso a esa persona. Y es lo último que reproduce antes de dormir.
Después llega el momento, esa persona duerme contigo, sí, en tu mente. Allí se vuelve a ver todo de nuevo, desde el principio, una y otra vez, y entonces, a veces, esa escena sigue adelante, como si en realidad aún continuase, o como si eso fuese lo que hubiese pasado de no haber acabado el momento, de haber tenido tiempo.
Y parece tan real, lo sientes tan aquí, contigo. Cuando abres los ojos y esa película se interrumpe intentas con todas tus fuerzas seguir durmiendo, pero esa no es la solución. La solución es levantarse cada día y vivir ese momento o esa escena que te ha hecho feliz, o ver a esa persona, o hablar con ella. Y cuando todos los días es esa persona la que se cuela en tus sueños, la que sale en ese último momento antes de dormir, ¡oh!, cuando pasa eso ya puedes darte por perdida, porque esa es la persona que va a estar ahí mucho tiempo, es la persona que quieres.

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