lunes, 9 de abril de 2012

En ese momento supe que no era la mejor para ti, ni lo había sido nunca. Todas aquellas esperanzas que formamos un día juntos se derrumbaron de un sólo soplido, y en ese momento me sentí como el funambulista que pierde el equilibrio sobre la cuerda. Quizás tendría que haber sentido un poco más y haberte fallado un poco menos.
Y Quise llorar... Pero me aguanté y te fuiste...
Puede que te decepcionara una vez más, sé que esperabas una respuesta, esperabas un lo siento, me equivoqué, un perdón, un beso de despedida...
Pero yo, como siempre, permanecí callada, esta vez sabiendo que dejarte marchar fue lo mejor que había hecho por ti en todo aquel tiempo...

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