- La cosa es que estás enamorada
- No estoy enamorada, nunca lo he estado
- ¿Y si nunca lo has estado como sabes que no lo estas ahora?
- No lo sé, es lo que pienso
- ¿Y qué sientes?
- ¿Cuándo lo veo? Pienso que ese día estoy de suerte, y que solo por eso, debo permtirle dos o tres putadas al karma. Cuando me cruzo con sus ojos me tiembla hasta el tobillo, y nada más verle aparecer se me queda la sonrisa de tonta. Cuando él sonríe... cuando sonríe se me apagan las estrellas, y cuando me abraza se me olvida el universo. No te haces una idea de lo protegida que me siento cuando me tiene acorralada entre sus brazos y su pecho, ni la sensación que me recorre los nervios cuando sus labios rozan cualquier parte de mi piel. Y sí, muchas veces lo he observado de lejos o me he quedado viendo sus fotografías. Más de una vez me han dicho que si le quiero, ¿y cómo no voy a quererle si cuando lo veo se me agita el corazón? Si es que no le quiero más porque no es posible sentir más en este mundo.
- Y ahora dime, si esto no es amor, que baje dios y lo vea.
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