jueves, 29 de marzo de 2012

Ella no tenía que preocuparse por nada, simplemente tenía que vivir y dejarse llevar. Tenía que respirar, reir cuando pudiese y llorar cuando lo necesitara. Era un vida tranquila, llevadera, bonita y feliz. Pero llegó él, el chico que le hacía perder la cabeza. El que le quitaba el sueño, el que se metía en su cabeza cada vez que podía, el que con tan solo mirarla la desarmaba, el que hacía que si corazón latiese a mil por hora...el que desbarató su vida por completo.
"No pasa nada" decía ella, ya he pasado por esto, y como siempre es pasajero, unos días, quizás unos meses, pero no irá más allá. Y así empezó el acercamiento, unos cuantos mensajes, alguna que otra mirada, un tímido hola y finalmente risas y sonrojos. Un pequeño consejo, un poco de animo, un pequeño plan juntos.
Y es en este momento en el que te paras a pensar... ¿y ahora qué? ¿seguro que sólo durará unos días? Las respuestas a la pregunta pueden ser muchas, pero todas tienen el mismo final, cuando llega ese momento en el que él no sale de tu cabeza, estás perdida.

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