jueves, 5 de enero de 2012

Recuerdo esa pelea, 2.30 a.m., como todo se nos escapaba de las manos, yo corrí fuera llorando y tú me seguiste por la calle. Me preparé para el adiós, porque es lo único que he conocido, entonces me tomaste por sorpresa, dijiste: "nunca te dejaré sola"

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